Hallan el primer planeta rico en carbono fuera del Sistema Solar: WASP-12B
El primer planeta rico en carbono hallado fuera de nuestro sistema solar está situado a 1200 años luz de nuestro planeta. Su descubrimiento ha sido anunciado esta semana por la revista “Nature”. Estamos ante un gigante gaseoso que no puede albergar vida. Sin embargo, el nuevo planeta descubierto ofrece a los científicos la posibilidad de explorar un tipo de planeta totalmente diferente.
Dicho planeta, bautizado en 2009 como WASP-12B, pertenece a una clase de planetas llamados “Júpiter caliente” y su masa es 1.41 veces la de Júpiter. La órbita respecto de su estrella está a sólo 3,5 millones de kilómetros, lo que lo convierte en el planeta más caliente de todos los que se han descubierto hasta el momento, con una temperatura superficial superior a los 2200º C en el lado diurno. De hecho, según la revista científica estadounidense New Scientist, la temperatura de este planeta es propia de una estrella.
“WASP-12B no puede albergar vida no sólo por las altas temperaturas sino porque es un planeta gigante. Este tipo de objetos está compuesto en su mayor parte de gas y no tiene una superficie en la que pueda desarrollarse la vida. Por lo que sabemos hasta ahora, para que pueda haber vida primero es necesario que se trate de un planeta rocoso”, explica Nikku Madhusudhan, principal autor del estudio.
WASP 12-b está tan cerca a su estrella anfitriona, la WASP-12, que las fuerzas gravitacionales son enormes. Estas tremendas fuerzas que actúan sobre el planeta cambian completamente su forma en algo similar a una pelota de fútbol americano.
El planeta está perdiendo su masa a su estrella anfitriona a una tasa tremenda de seis mil millones de toneladas métricas cada segundo (189 billones de toneladas cada año). y este hecho hace prever que el planeta será destruído por completo en cerca de diez millones de años.
En esta imagen, se puede observar que el material que es extraído de WASP-12B no cae directamente en la estrella compañera, si no que forma un disco alrededor de la estrella y cae lentamente en espiral.
De todas maneras, este fenómeno significa que los científicos tienen una oportunidad única para observar cómo un planeta entra en esta etapa final de su vida. “Esta es la primera vez que los astrónomos son testigos de la irrupción y muerte en marcha de un planeta” afirmó Douglas N.C. Lin, profesor de la Universidad de California en Santa Cruz.
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